martes, 16 de octubre de 2012

La naranja mecánica, película completa y la psicología conductista


TÍTULO ORIGINALA Clockwork Orange
AÑO1971
DURACIÓN 137 min.
PAÍS
DIRECTORStanley Kubrick
GUIÓNStanley Kubrick (Novela: Anthony Burgess)
MÚSICAWendy Carlos
FOTOGRAFÍAJohn Alcott
REPARTOMalcolm McDowellPatrick MageeMichael BatesAdrienne CorryWarren ClarkeJohn CliveAubrey MorrisCarl DueringPaul FarrellClive FrancisMichael GoverMiriam Karlin,James MarcusGeoffrey QuigleySheila RaynorMadge RyanPhilip Stone
PRODUCTORAWarner Bros Pictures / Stanley Kubrick Production
PREMIOS1971: 4 nominaciones al Oscar: Mejor película, director, montaje, guión adaptado
1971: Círculo de críticos de Nueva York: Mejor película
GÉNERODrama | CrimenThriller futuristaThriller psicológicoPelícula de culto
SINOPSISGran Bretaña, en un futuro indeterminado. Alex (Malcolm McDowell) es un joven muy agresivo que tiene dos pasiones: la violencia desaforada y Beethoven. Es el jefe de la banda de los drugos, que dan rienda suelta a sus instintos más salvajes apaleando, violando y aterrorizando a la población. Cuando esa escalada de terror llega hasta el asesinato, Alex es detenido y, en prisión, se someterá voluntariamente a una innovadora experiencia de reeducación que pretende anular drásticamente cualquier atisbo de conducta antisocial. (FILMAFFINITY)

Fábula futurista que se desarrolla en una tierra en la que la escalada de violencia entre la juventud no conoce límites. Alex es un delincuente de particular agresividad que es sometido a un "lavado de cerebro" que vuelve del revés sus instintos (social, sexual e incluso artístico).
Todas las asociaciones de ideas que rigen su conducta (por ejemplo, la Novena Sinfonía, relacionada con un intento de violación) no despiertan en él sino horror y náusea. Considerándole curado, vuelve a integrarse en la sociedad donde todos aquéllos a los que ha perseguido se coligan para torturarle moralmente arrastrándole hacía el suicidio.
Desiste de su intento de readaptación y, mientras se encuentra al borde del abismo, los burócratas y psiquiatras del imaginario país donde se desarrolla la acción deciden por votación que lo más sencillo es devolverle su anterior personalidad y aprovechar el intento en su provecho.
Alex (Malcolm McDowell) protagonista de 'La naranja mecánica'
Protagonistas principales
En un extremo de la parábola está Alex, en el otro el Estado. El resto de personajes cumplen una función coral y no son relevantes como individualidades, sino como parte de los distintos estratos afectivos y sociales: padres, amigos, mendigos, burócratas, artistas, científicos...
Alex
Protagonista principal. Es el ultraviolento joven, jefe de una banda de delincuentes juveniles, que delinquen sólo por goce, por placer. Está poseído por una agresividad maléfica (Síndrome de Mefístófeles) ejercida a sangre fría, por una violencia sin sentido, por un deseo diabólico de hacer el mal. Es una fuerza innata que se traduce en hechos físicos violentos contra los demás. Tiene su raíz en la niñez y se desarrolla a lo largo del proceso evolutivo, manifestándose generalmente al principio de la adolescencia.
Vive en un edificio municipal de los suburbios, es hijo de unos padres de clase obrera, indiferentes y consentidores ante el comportamiento de su hijo, a pesar de su historial delictivo.
El Estado
Es el otro protagonista principal. El Estado ejerce otro tipo de violencia, una violencia más sutil, permitida, indirecta y psicológica a través de sus instituciones (cárcel), tratamientos (tratamiento Ludovico) e intereses políticos. Recordemos que Maquiavelo consideraba la violencia como parte esencial de la virtud política (El príncipe).
Al final, Alex pactará con el Estado para poder ejercer la violencia de forma consentida
Diagnóstico de una patología
La patología que presenta Alex es la "ultraviolencia" física:
-hacía los viejos borrachos que canturrean (paliza al anciano mendigo);
-entre bandas (pelea con la pandilla de Billy Boy);
-velocidad temeraria (kamikazes);
-sexual (violación de la señora Alexander);
-contra sus propios amigos Din y Georgia, por su necesidad de seguir manteniendo la jefatura de la banda;
-intento de robo y posterior asesinato (señora de los gatos).
El tratamiendo Ludovico, una fórmula muy particular para erradicar el Mal y la Violencia del ser humano

Tratamiento
Violencia psicológica del Estado: la cárcel que supone humillación y privación de libertad.
Tratamiento Ludovico: Alex se somete voluntariamente a él, haciendo gala de un falso arrepentimiento, de un deseo de ser "bueno", que está muy lejos de sentir, con el único objetivo de volver a ser libre.
Alex y sus drugos: la lucha por el control del clan, por el poder... al ritmo de Rossini
Fases del tratamiento:
1º fase: Aplicación de la droga:
 Se le aplica una droga a través de una inyección.
2º fase: Proyecciones de películas con actos violentos:
Se le proyectan al sujeto diferentes películas sobre actos violentos manteniéndole siempre con los ojos abiertos:
-un grupo de hombres da una paliza a un individuo (a Alex, en principio, parece gustarle);
-un grupo de hombres violan a una mujer (al principio a Alex parece gustarle, pero cuando ya ha ocurrido el hecho seis veces, empieza a sentirse enfermo y tiene ganas de vomitar).
El médico Dr. Brodsky dice que en ese momento la droga administrada al principio en la inyección empieza a producir una especie de parálisis aparentemente mortal en el sujeto, unida a un sentimiento de terror y desamparo, algo parecido a la muerte. Es a lo largo de esta fase cuando el individuo asocia la violencia que contempla con su propio entorno traumático.
El sujeto no entiende cómo lo que antes le producía placer (la violencia) ahora le causa horror y náusea.
El segundo día de tratamiento se le somete a la misma terapia: proyección de escenas de la guerra y de los campos de concentración nazis unidas a la música de Ludwig Van Bethoven. El sujeto reacciona agresivamente y con náuseas porque no puede soportar asociar la música de su idolatrado Ludwig Van a la violencia.
Después de dos semanas, sometido a este tratamiento, Alex es presentado ante las autoridades para que comprueben los efectos y cambios que el tratamiento ha operado en él.
El ser humano es violento por naturaleza: Alex y sus drugos en una jornada de diversión cualquiera
3º fase: Demostración pública:
En la demostración pública:
-ante la violencia, responde de forma sumisa y dócil ante la agresión verbal y física ajena;
-ante el sexo responde con náuseas ante la presencia de una mujer semidesnuda: "Mi primera idea fue tumbarla al suelo y tener allí mismo un mete y saca salvaje, pero rápidamente me volvió la náusea".
Alex ha sido condicionado contra la violencia, el sexo y la música.
Explicación de los efectos del tratamiento: "El sujeto se siente empujado paradójicamente hacía el bien, cuando tiene impulsos hacía el mal, la intención de obrar violentamente va acompañada de una intensa angustia física, a fin de contrarrestar esto, el individuo tiene que actuar de forma diametralmente opuesta".
Crítica religiosa al tratamiento: el cura protesta porque ve todo ese montaje como una farsa, ya que el individuo ha perdido "el libre albedrío", el poder para decidir por sí mismo.
Ni la Iglesia ni el Estado se salvan de una despiadada crítica por su 'reconducción' de los instintos del ser humano
Resultados obtenidos
La aplicación de las teorías conductistas, en la rehabilitación de Alex, resultan un completo fracaso, porque lejos de reintegrar al individuo en la sociedad lo que consiguen es su marginación, convirtiéndolo de verdugo en víctima, en mártir, en este caso.
La técnica conductista reduce todo a un determinismo causa-efecto que no resulta efectivo en casos con este diagnóstico. El conductismo reduce al individuo a una máquina de comportamiento que lo aleja de su facultad humana.
La reintegración de Alex a la sociedad a la que él había castigado provoca en ésta una reacción de venganza hacía él:
a) sus padres le echan de casa;
b) un grupo de mendigos intenta pegarle una paliza;
c) sus amigos Dim y Georgie, ahora convertidos en policías, le intentan ahogar;
d) el Sr. Alexander, ahora inválido (a causa de la paliza que Alex le dio) y viudo (su mujer murió poco después de la violación), reconoce a Alex a través de la canción que canturrea (Singing in the rain). Lo encierra en una habitación y pone a todo volumen la Novena Sinfonía de Beethoven. Alex no lo puede soportar y se tira por una ventana intentando suicidarse.
La ciencia y el Gobierno son acusados de asesinos por la prensa. Pero el fracaso del intento de suicido de Alex les hace replantearse la situación en su propio beneficio. Alex sólo puede volver a tener capacidad de elección tras un acuerdo con el poder y sus representantes, y una vez que el tratamiento Ludovico es condenado. Entonces sus actos pueden volver a ser violentos e ir contra sus semejantes, pero quedarán inmunes como parte de su acuerdo con el poder, al que le ayudará a ganar las elecciones.
La difícil reinserción de Alex en su propia familia, tras haber pasado a ser un ser pacífico... pero sin capacidad de decisión
Consideraciones finales
Toda la película rezuma un escepticismo pesimista en el porvenir del género humano, donde la pervivencia del individualismo aparece seriamente amenazada, con la creciente intrusión del Estado y de la Ciencia en la vida particular.
El libre albedrío puede tener dos lecturas: una la de la moral católica, la cual precisa de él para que el hombre pueda ser merecedor de premio o de castigo. La otra la del individualismo liberal, que pretende que el hombre no renuncie a ninguna de sus posibles capacidades y opciones.
La civilización actual no ha logrado que el hombre supere sus impulsos primarios, sino que le ha obligado a reprimirlosEl tratamiento Ludovico no elimina los impulsos violentos de Alex, programándolo exclusivamente para hacer el bien, sino que las inclinaciones de Alex subsisten, y el tratamiento sólo le crea náuseas y dolores corporales que le impiden golpear y violar como era su primera intención. El tratamiento Ludovico no elimina las causas, solo reprime los efectos.
La civilización actual no ha logrado que el hombre supere sus impulsos primarios, sino que le ha obligado a reprimirlos. En el hombre actual aún subsiste el mono primitivo y violento: se ha desarrollado científica e intelectualmente, pero no lo ha hecho ni moral ni sentimentalmente, lo que provoca un desequilibrio que culmina en la neurosis. http://www.encadenados.org/nou/n-61-el-mal-en-el-cine/la-naranja-mecanica-violencia-y-conductismo
El conductismo

"Una conducta desordenada se parece a un torrente invernal de corta duración". (Epicuro de Samos)
Lo primero que hay que dejar claro es que el control de la conducta no es ningún invento. No es algo que haya sido creado en ningún laboratorio sino que es ahí donde se lleva a cabo su estudio sistemático. El control de la conducta existiría aunque no lo estudiáramos. 


En segundo lugar, hay que remarcar que el control de la conducta no tiene porqué tener un carácter peyorativo, ya que no  es aplicable a las “malas conductas”, sino también, por ejemplo, a las conductas adaptativas. 

En tercer lugar, conviene detenerse en esbozar las tres variantes que puede presentar el control conductual: 

La conducta innata o incondicionada. No necesita condiciones previas en la historia del individuo concreto para que se produzca. Su origen hay que buscarlo en la historia evolutiva de la especie a la que pertenece el individuo (supervivencia de la especie-ambiente). La manera de controlarla consiste en presentar el estímulo adecuado, ya que cuando este estímulo incondicionado (EI) se presenta aparece entonces una respuesta incondicionada (RI). 

El condicionamiento clásico (Pavlov, 1927). Si al estímulo incondicionado (EI) le asociamos un estímulo neutro (EN) un determinado  de veces, conseguimos que el estímulo neutro se convierta en un estímulo condicionado (EC), el cual provocará una respuesta condicionada (RC). 

El condicionamiento operante (Skinner, 1935). Aquí cobran especial importancia las contingencias del reforzamiento es decir, la historia individual de las relaciones entre las conductas y las consecuencias de las mismas. Por otro lado, es importante destacar que las conductas y sus consecuencias no se presentan aisladas del mundo. De ahí que se diga que el condicionamiento operante contiene tres elementos fundamentales: el estímulo ambiental, la respuesta y el reforzador. 



La psicología de la conducta es una corriente que apareció a principios del siglo XX y sostiene que los individuos se comportan según el patrón estímulo respuesta del que se deriva el tratamiento para cambiar ciertos comportamientos. Dentro de esta corriente se ubican dos tendencias: el condicionamiento clásico y el operante o instrumental. 



Pavlov, famoso por sus experimentos con perros, fue el primero en analizar como responden los seres vivos a distinto estímulos. Comprobó que los animales no sólo respondían ante los estímulos físico (comida) sino que también lo hacían ante los neutros (silbato). Es decir, a través del aprendizaje un estímulo ajeno, en principio, al incondicionado puede provocar el mismo efecto: los perros salivan sólo con oír el silbato porque han aprendido que cuando lo oyen significa que les van a dar de comer. 



El condicionamiento operante por su parte se basa en el siguiente principio: cualquier conducta que en una situación produce un resultado satisfactorio, se hará más probable en el futuro en situaciones similares (Ley del efecto de Thorndike). Por tanto el condicionamiento instrumental se basa en el aprendizaje de que una conducta produce un resultado positivo o negativo y según sea esa consecuencia el sujeto repetirá la acción o la inhibirá. Los refuerzos o estímulos a los que se somete al sujetos pueden ser, consecuentemente, positivos o negativos. Los primeros son los premios y los segundos los castigos. 

El proyecto Ludovico presentado en la escena vista en “La Naranja Mecánica” está basado en las teorías fundadas en la contigüidad puesto que el programa trabaja asociando, mediante aquella, un estímulo incondicionado y su respuesta con un estímulo neutro. 
Se le aplica al protagonista una inyección (estímulo incondicionado) que da, como respuesta incondicionada, el malestar estomacal. Esto se presenta juntamente con imágenes de violencia.
De esta manera, el objetivo es asociar la violencia con el malestar estomacal. Este proyecto pone en práctica el principio de frecuencia dado que esta experiencia se repite durante una determinada cantidad de días con el fin de que el sujeto no necesite la inyección para sentir malestar estomacal cuando la violencia se presenta frente a él. Por lo tanto, como vemos en la demostración de la efectividad del tratamiento, cada vez que él quiere actuar agresivamente, le duele en forma intensa el estómago y no puede hacerlo. 


Se pone en evidencia que las dimensiones psíquica y biológica del ser humano pueden no estar estrechamente ligadas ya que Alex se sigue sintiendo atraído por la violencia y lo que no le permite ejercerla no es su mente sino su cuerpo, dados los malestares que siente frente a ella. 

Alex consigue curarse del tratamiento por un proceso llamado Inundación (flooding): al presentarse la música clásica consistentemente sin la droga, la respuesta de malestar físico se extingue. 


Durante gran parte del siglo pasado estas terapias fueron aplicadas indiscriminadamente a todos aquellos cuyo comportamiento era calificado de anormal. Pero como se demostró posteriormente el castigo sólo provoca que la conducta se desplace temporalmente (caso de Alex) o que se esconda el comportamiento. La naranja mecánica nos deja analizando acerca de la libertad del hombre para elegir entre ser un hombre moral o de ser un hombre inmoral y nos plantea la cuestión: ¿perdemos nuestra humanidad cuando se nos priva de esta elección?, ¿Es un principio anti-humano quitar este derecho?  http://www.taringa.net/posts/ciencia-educacion/11465267/La-Naranja-Mecanica-y-el-Conductismo.html

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